Luego del acto protocolar organizado el pasado miércoles 21 de junio, en honor al creador de la enseña patria, General Manuel Belgrano, se proyectaron videos alusivos a la fecha, editacdos por alumnos del ciclo superior. Aquí los compartimos y dejamos además las palabras que alumnas de primer año leyeron en el acto.
DÍA DE LA BANDERA
El Día 20 de Junio, los argentinos recordamos una de las fechas más sentidas de nuestra historia como nación. Ese día, la lucha por la libertad de un pueblo, los desvelos por los egoísmos que nacían entre los propios, y la pasión irrefrenable por conseguir un grandioso objetivo, pasaban a ganarse el lugar de la inmortalidad.
Ese día, el General Manuel Belgrano moría en Buenos Aires, a los 50 años, muy joven, doblegado por la enfermedad y desgastado por la energía que le puso a cada empresa que acudió.
Es considerado por varios historiadores uno de los próceres más prolíficos en el ámbito intelectual. Fue abogado, periodista, militar, político, diplomático y economista.
En el ámbito educativo, entre 1794 y 1810, fue un convencido de que el desarrollo económico no debe descuidar el aspecto socioeducativo, para lograr un bienestar, no sólo material, sino también humano –decía-- es necesario fomentar la educación, en sus diferentes niveles.
A mediados de 1796, propicia la creación de una Escuela Práctica de Agricultores y otra de Comercio. Su profundo idealismo, hace que se sensibilice frente a la situación de los habitantes de la campaña y escriba:
“…Esos miserables ranchos donde se ven multitud de criaturas, que llegan a la edad de la pubertad, deben ser atendidos hasta el último punto. Uno de los principales medios que se deben adoptar a este fin son las escuelas gratuitas, a donde puedan mandar sus hijos, sin tener que pagar cosa alguna por su instrucción; allí se les podrán dictar buenas máximas, e inspirarles amor al trabajo, pues en un pueblo donde reine la ociosidad, toma su lugar la miseria”.
Estas acciones iban dirigidas a fomentar la educación y capacitar a la gente para que aprendiera oficios y pudiese aplicarlos en beneficio del país. Así, creó escuelas de Dibujo, de Matemáticas y Náutica.
Si analizamos su trayectoria en el ámbito de lo que hoy llamamos comunicación, encontramos a Belgrano trabajando desde el Consulado, ayudando a fundar el periódico "Telégrafo Mercantil": en 1801, desde donde difundió sus ideas.
Como Secretario consular protegió los órganos periodísticos publicados en el Río de la Plata. El 3 de marzo de 1810 apareció el periódico "Correo de Comercio", el cual Belgrano pasó a dirigir. En sus páginas se observa su doctrina, cuando habla de la importancia de la educación en el país y de la mujer, entre otras cuestiones.
Belgrano murió en la pobreza total el 20 de junio de 1820 en una Buenos Aires asolada por la guerra civil que llegó a tener ese día tres gobernadores distintos. Sólo un diario, “El Despertador Teofilantrópico” se ocupó de la muerte de Belgrano. Para los demás no fue noticia.
Lo que la historia oficial no dice es que Belgrano nació rico e invirtió todo su capital económico y humano en el sueño de ver libre a su pueblo. Tampoco dice que el General no se resignó a morir pobre y reclamó hasta los últimos días de su vida lo que le correspondía: sus sueldos atrasados, y que se aplicara a los fines establecidos los 40.000 pesos oro que había donado para la construcción de escuelas.
Tanto brindarse por la patria, tanto esfuerzo y tanta lucha no pueden quedar en la anécdota. Ojala, los valores de Belgrano comiencen a hacerse realidad, y sean practicados en las pequeñas actitudes de todos los días. Tenemos en quién inspirarnos y una obra para seguir, solamente falta poner nuestra voluntad en ello.
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